EMOCIONES - LA IRRITACIÓN

El mundo está lleno de colores, olores, sonidos... y que algunos nos resultan tan molestos que se nos instalan dentro y no podemos dejar en pensar en ellos. Cuando nos irritamos, somos muy conscientes de nuestros sentidos. Por ejemplo, el ladrido de un cachorro puede despertar ternura, pero ¿y si no deja de ladrar en todo el día?
Un hecho puntual puede molestarte, enfadarte... pero pienso que es el hecho de la repetición, la constancia, lo que llega a irritarnos.
Hay que llevar cuidado con la irritación, ya que si dejamos que vaya a más, y a más y a más, puede desencadenar en ira. Porque la irritación parte de una pequeña molestia, que aislada se puede soportar, pero cuando se repite, y se repite, y se repite, y se repite... a veces no podemos más y ¡zas! explotamos. 
Una irritación muy duradera nos lleva a sentir tensión.
Para aprender autocontrol...

 Pieza musical: El vuelo del moscardón (Nicolai Rimsky-Korsakov)



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